“Las varias costumbres que la gente
observa hoy día al celebrar sus cumpleaños se remontan a mucho tiempo atrás en
la historia. Nacen dentro del dominio de la magia y la religión. En la
antigüedad, las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta con las
velas encendidas que la completan tenían el propósito de proteger de los
demonios al que celebraba su cumpleaños, y de garantizar su seguridad durante
el año entrante. Hasta el cuarto siglo, el cristianismo rechazó la
celebración de cumpleaños como una costumbre pagana.