sábado, 11 de agosto de 2018

El Cáncer y YO

Hace ya 20 meses atrás, fue que comenzó una historia, una de esas que quizás nunca podre poner un punto final, pero contar si, pues después de tanto tiempo y todo lo aprendido, quisiera compartir algo tan mio con ustedes.
Pues sí, tuve cáncer, tengo cáncer, pues es una de esas enfermedades que hoy puedes ganar la batalla, pero pasado un tiempo puede reaparecer y se reanudara la lucha.
Debo confesar que hace 20 meses atrás, la palabra cáncer
para mi solo era, como lo es para todos, una palabra, simple, sabía que era una enfermedad, sabia que podría ser mortal, pero en si mismo nunca me puse a pensar que es en verdad el cáncer y porque se habla tanto de este.
Cuando se dice, “Todos tenemos cáncer” no nos ponemos a pensar que en verdad, esta enfermedad no discrimina, razas, religión, estatus o sexo. Pero asi fue. 20 meses atrás me preguntaban que es cáncer, y mi respuesta hubiera sido, una enfermedad muy mala. Pero el cáncer es mas que eso, no solo te ataca, no solo te derrumba, te hace ver la vida de muchas perspectivas, pues tienes varias opciones, o eso creí en su momento, pero en verdad solo tienes una, LUCHAR.
Todo comenzó un 9 de diciembre cuando fue la primea vez que me detectaron cáncer, y cuando llega el día la hora, que el medico te sienta y te trata de explicar de formas muy extrañas, solo centras tu mente en las palabras, “Tienes cáncer”. Y vez toda tu vida pasar y solo piensas en, ¿Porque a mí? ¿Moriré?
Las preguntas son tantas que en mi cabeza no podía procesar aun la magnitud de esa palabra CANCER. Y fue asi como la noche llego y a solas me puse a pensar, que será de mi, y por alguna razón extraña, quise llevar esta enfermedad por mí mismo, pensé que podía, pensé que no era el monstruo que se me dijo, o leí, creí que podría llevarlo sin inmiscuir a mi familia.
Pero el tiempo me dio la contraria, el cáncer siguió su rumbo y como era de esperarse su avance era muy rápido, levantándome en el pie al principio como un grano o protuberancia común, como si fuera una simple erupción que sale ante una reacción u hongo, pero el avance de este fue muy rápido, y en menos de 2 meses, estaba sentado frente a un médico que me sugería la amputación parcial del pie, fue en ese momento donde comprende que no podría llevar esto por mas tiempo solo.
Mi familia directa se enteró, y mas era la angustia, la preocupación cuando te dicen amputación, las lágrimas salen de por si, por sentir esa impotencia de no poder hacer algo, contra una enfermedad que poco a poco se apodera de ti. Pero ese mismo dia que el medico me dijo la posible solución, mas no era una solución definitiva, porque podría haber metástasis en muchas partes del cuerpo. Fue que llegue a casa y durante toda la noche mi mente analizo las posibles opciones, y fue cuando aprendí que no hay opciones, estas combatiendo contra algo que puede matarte, la opción de sentarse y esperar que todo pase no era razonable, asi que al despertar al dia siguiente, fue firme a la decisión que si deberían amputarme algo o lo que sea se debería hacer, pues estaba jugándome la vida, y a diferencias de otros juegos, este era todo o nada.
Ya sentado en la sala del hospital y preparado para lo que vendría. Fue grande mi sorpresa al saber que este tipo de cáncer que tenia, si se podía atacar con QUIMIOTERAPIAS. Pues debo aceptar que para mi fue un alivio escuchar eso, pero?. Que era una quimioterapia.
Cuando uno se pone pensar que es una quimio creo que o primero que se me vino a la mente eran muchas pastillas sondas, cosas extrañas o algo asi. Pero las quimios son muy distintas a lo imaginaba. Es verdad que para cada paciente las quimios son distintas reacciones o asta distintas formas. Sean por pastillas, sean por transfusiones, o por sueros.
Sin saber a que me metía, solo quedaba seguir adelante, y llego el primer dia de mi primera quimioterapia.
Debo aceptar esa noche no dormí, pues se decían muchas cosas por internet, pero también acepto que la vida me enseñó a ser muy despreocupado, así que a la mañana siguiente, me levante con muchas ganas y con muchas fuerzas pues empezaba una lucha contra esto que trataba de consumirme. Aún recuerdo que me dije a mi mismo, a mi propio cuerpo. “Hoy te voy a botar de mi”.
Llegue al hospital, al lugar donde se dan las quimios, sentándome muy ansioso y curioso para saber que era. dolería? ¿Que me aria?
Fue donde llamaron mi nombre y entre me senté en esos sofás frios, junto a varias personas en su mayoría señoras, todas mirándome intrigadas, y la de mi costado fue quien se animo a preguntarme.
¿Hijo también recibirás quimios?
A lo que conteste – si seño con una sonrisa hoy es mi primera, como si fuera un niño esperando un chocolate. Un chocolate que podría salvarme.
Las enfermeras llegaron, con cajas de los medicamentos, aun no recuerdo cuantos medicamentos prepararon en ese suero, solo metían y metían y seguían metiendo. Y yo mas ansioso de saber que era.
Llego mi turno de encontrar mi vena, las señoras antes de mi, no tenían venas o en su defecto estaban quemadas, asi se referían cuando una vena recibió muchas quimios y ya no puede recibir mas, por paciente se demoraban a veces asta 10 minutos en encontrar una vena que aguante. Para mi fue muy rápido, y me preguntaba ¿también llegara el dia que no encuentre venas?
El primer coctel solo es suero con muchos medicamentos, que te preparan para la quimio, eso lo aprendí preguntando y porque ala mitad del primero, le pregunté a la enfermera.
¿señorita no siento nada raro, asi es la quimio?
Y fue asi donde ella me explico que era ese primer coctel.
Luego de eso llegan las quimios, muy similares a los sueros, pero de colores distintos, blancos, rojos, amarillos. Parecían tintas de plumón, y me dije. ¿Eso me meterán a la vena? ¿No se pintarán las venas de ese color?
Llego la hora, la primera quimio de mi vida, debo confesar que pasaba muy lento y sentía como ardía, como si metían como algo que quemaba por mis venas. Pero tenia que tranquilizarme y relajarme, esto seria pan de cada semana.
No recuerdo muy bien cuanto demoro, al terminar, me levante y toda mi familia estaba ahí afuera. Grande mi familia los quiero un momento. Yo recuerdo haber estado muy bien, pero ellos me dieron que salí como dopado, ido, mareado. Pero solo recuerdo que salí cansado.
Llegué a casa y solo dormí, dormí como no he dormido en mucho tiempo. Dormí del cansancio. Esperando que al despertar quizás eso ya no este.
Pero no. Al despertar seguía ahí, pero ya había empezado a negarme, dejar llevar por el. Cada quimio fue distinta personas distintas situaciones distintas, unas dolían, otras e dejaban como en coma. Es verdad la comida me sabia a metal, sentía que todo giraba y a veces por más de dos días estaba mal. Y seguían, una tras de otra.
Los jueves, que era el dia que recibía las quimios, era el dia de hablar, las señoras hablaban de todo, otras sufrían, otras solo conversaban, era el mas joven ahí, pero siempre hablando, de como fue, de como empezó, que paso. Y todos teníamos algo en común, a nadie de nosotros jamás se nos había pasado que tendríamos cáncer.
Recuerdo que los médicos me aconsejaron no seguir la U, pero fui terco, y me dije a mi mismo que si podía, ahora puedo decir que fue difícil, había días enteros que no me levantaba de la cama por el simple hecho que no podía, muchas veces quise dejar la u, pero soy terco y si dije que podría yo podría.
Y llego la quimio numero 10 o 12 no recuerdo, que fue al baño a peinarme, para ir a la u, y cuando en el peine salió mas pelo que peine, y fue donde me mire al espejo y me di cuenta, el rostro que nos venden de cáncer es verdad, pero eso no me afectaría, tenía q seguir, con o sin pelo. Progresivamente el pelo se caía mas, en la cama en la calle, ya era molestoso, y en la U comenzaban a pensar raro, y asi que decidí afeitarme todo el cabello.
Y pensar en que diría a los de la U, y no se me ocurrió mejor pretexto que, me cortaron otros amigos en una noche de tragos, de esas donde haces y te hacen locuras.
En realidad, no sé si se la creyeron, o siempre supieron solo que me seguían el juego. Si es asi gracias, y si se la creyeron, pues disculpen por no contarles la verdad, pero ya estaba a veces cansado de que las personas me miraban, y en sus miradas no sentía que me miren a mi, sino al cáncer, y es cruel y feo, sentir que desapareces y solo se fijan en ti por lo que tienes, siquiera en la universidad me sentía yo, no era el chico del cáncer, sino yo, simple y sencillamente.
Los meses pasaron y comencé a ser yo mismo, casi desapareció, los exámenes seguían, pero no había rastro de el, aunque el cáncer nunca desaparece siempre está ahí, siempre se que esta aun acá en mi.
Nunca pensé estar sin pelos, pero no tenia ni pestañas ya. Pero eso era lo de menos, estaba luchando y estaba ganando.
Llego la ultima quimio, y pensé, por fin podre comer algo sin vomitarlo, o que me sepa a metal.
Tener cáncer, no solo es saber que le ganaste, es aprender, dejar de preguntarte. ¿Por qué a mi? Y preguntarte ¿Para qué? Que de bueno puedo aprender, porque si caemos y no aprendemos, por gusto caemos, debemos aprender siempre de todo, sobre todo lo las cosas malas que nos pasan, mas no buscar un culpable.
Hoy aproximadamente cumplo 20 meses desde ese primer dia, donde creí que el mundo se caía. Y aprendí mucho. Valore mucho mas algunas cosas. Y entendí que cuando algo te quiere vencer, solo tienes una opción, luchar. Porque no importa si bajas las manos, el no lo ara y seguirá, y si no reaccionamos. Perderemos, y solo tenemos una oportunidad para vivir.
Quizás muchas personas nunca lo supieron, pero fue mi decisión en su momento no contarles, pero es mi decisión de ahora, que sepan, no para hacerme el que pudo. Sino porque en los momentos mas difíciles, yo también me topé con una historia asi, de una persona que hoy ya no recuerdo su nombre, y al leerla me dio vida, me dijo: no eres el único, si yo pude tu también podrás.
-Jesús RamGam

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